Cinco relatos claros, como su título indica, realistas, directos, donde se tratan temas como la soledad, la incomunicación, el silencio, el amor, la inmoralidad y falta de valores e incluso la crueldad, el mal o la injusticia. No obstante, el autor no pudo resistir la tentación e incluye un relato que se articula en torno a un elemento imaginario y en el que se intercalan unos microrrelatos fantásticos en sus dos vertientes de significado. Imposible no enternecerse con ese padre y ese hijo de Enroscado (“Entre los dos median silencios que parecen olvidos”) o admirarse de la pericia literaria de Don Pascual en Falto de vocación o emocionarnos sonriendo con las paródicas penurias de amor de No ("En sus ojos nació una lágrima tan discreta que no cayó del párpado") o no indignarse con la maldad y la inmoralidad de As o no estremecerse ante la sinrazón de Juicio de Dios (impagable esa lucha alpargata en mano). Estos dos últimos, mis favoritos. |