Los santos inocentes

La empecé y la terminé.Tal cual. Conocía la película, fui capaz de verla una vez, puntuarla como Dios manda y no volver a verla porque lo pasé realmente mal. Ahora me quedaba el libro, que debí leerlo antes pero no siempre se puede. Así que ya sabía lo que me iba a encontrar y efectivamente así ha sido. Es inevitable no imaginarse a los personajes como los actores que los interpretan en la peli, pero lo hacen tan sumamente bien que tampoco me ha supuesto un problema.

La novela está estructurada por libros donde te narran alguna escena en concreto. A Azarías con su milana bonita, a Nieves sirviendo en casa de Pura o a Paco cómo secretario de caza del señorito Iván, pero todos los libros unidos entre sí y mostrándote la miseria más mísera y el caciquismo más rancio de la España de los años 60 en Extremadura. Es asombroso ver la manera caciquil de tratar a los obreros por el hecho de serlo y como éstos se doblegan al patrón como borregos en medio de lobos. Una tristeza que ha existido en esta España de aguilucho y brazo en alto y que parece que muchos hoy en día quieren volver a recuperar.

Miguel Delibes escribe muy bien, sin guiones en los diálogos y donde de primeras si no estás acostumbrada te choque su manera de redactar, pero nada que no se supere en la primera página.

El prólogo está muy bien, pero si no habéis visto la película y no es una relectura leedlo al final porque hay spoilers.

Un clásico de la literatura española que hay que leer para saber a dónde no queremos volver.