Los devoradores de libros

De este libro hay que destacar su worldbuilding tan original, construido a partir de las figuras de Devoradores de libros y Devoradores de mentes. Y es que, más allá de sus poderes y de su forma de alimentarse, me ha gustado mucho la sociedad que se construye a su alrededor: una sociedad que esconde más de una crítica hacia nuestra realidad.

El argumento que da forma a la trama es bastante simple, pues gira entorno a todo lo que una madre está dispuesta a hacer por la supervivencia de su hijo. Aunque este se va complicando conforme vamos avanzando en la lectura, al entrar en juego nuevas variantes.

Para romper un poco con la linealidad de la trama se van intercalando capítulos del presente con otros en los que se nos muestra el pasado de la protagonista: desde su infancia hasta un pasado más cercano. Es a través de estos capítulos, los ambientados en el pasado, que vamos descubriendo cómo funciona la sociedad de los devoradores de libros, con todas sus particularidades.

La historia me ha gustado, aunque el mundo me parecía tan prometedor que la trama se me ha antojado un poco demasiado simple. Me hubiera gustado que se le sacara más jugo al poder de los devoradores de libros y los devoradores de mentes, convirtiéndose la lucha de una madre por proteger a su hijo en algo más: el detonante que desestabilizara la sociedad entera de los devoradores. Aunque debo admitir que es precisamente gracias al hecho de que no se profundiza demasiado que resulta una lectura sencilla y ágil. No hay mal que por bien no venga.

Recomendado si buscáis una lectura amena y sin muchas pretensiones, con una trama simple, que queda cerrada y que transcurre en un mundo original y con un poder de lo más peculiar.