Romperás la noche con un grito

Ignacio Durán es médico de familia y tiene un hijo de tan solo siete meses de vida llamado Samuel. Su sueño siempre fue ser padre y, a pesar de no tener una pareja, hizo todo lo posible para ver cumplido su deseo. Ahora Samuel es el centro de su vida. Por eso cuando despierta por la noche y no oye ningún ruido en el vigilabebés sube corriendo a la habitación del bebé para encontrarse una cuna vacía.

Serán la inspectora de la policía nacional Elisabet Bru y su equipo, con la colaboración del teniente de la guardia civil Víctor Israel, los encargados de investigar el secuestro.

El punto de partida de la novela es relativamente común en las novelas policíacas: el secuestro de un niño. A mí, a pesar de que me hace sufrir mucho, son novelas que me gustan. No obstante, los derroteros que toma el asunto, todo lo que hay detrás, la distinguen de las demás novelas del estilo. Por otro lado, ese inicio capta inmediatamente la atención del lector. El autor sabe transmitir la angustia que siente el padre y es imposible no ponerse en su piel. Desde ese momento, ya estás perdido: deberás seguir leyendo, a ser posible frenéticamente, para averiguar qué ha sucedido.

“Romperás la noche con un grito” es una novela policíaca pero también un thriller de ritmo muy acusado. La novela se divide en setenta y cinco capítulos de corta extensión. Es un narrador en tercera persona quien nos va contando la historia. En la novela se combina adecuadamente la narración con el diálogo, con una cierta preponderancia de éste. Como cualquier thriller que se precie, las sorpresas están aseguradas y, cuando averiguamos el tema de fondo de la novela (tardaremos en saber el motivo del secuestro), la verdad es que nos quedamos con los ojos abiertos como platos. Un tema, por otro lado, ciertamente peliagudo. La novela está narrada en tiempo presente aunque con algunos flashbacks al pasado que nos harán comprender mejor a los protagonistas. Los capítulos dedicados al pasado, que nos permitirán conocer mejor a los protagonistas, aparecen escritos con una tipografía distinta para que no nos perdamos.

Aparte de la trama principal, las vidas de los protagonistas y, especialmente, de la inspectora Bru y del teniente de la guardia civil dan lugar a subtramas personales de mucho interés. Ambos personajes están muy bien desarrollados y llevan mucha mochila a la espalda: conocer los secretos de sus vidas es otro de los grandes intereses del lector.

La historia transcurre en Valencia capital, tanto en la parte más turística y conocida como en la más marginal: los suburbios e incluso su subsuelo. Valencia tiene una gran red de acequias y túneles por los que algunos personajes se mueven como Pedro por su casa. Es de agradecer a la editorial que nos ofrezca dos mapas de la ciudad: uno de la parte superior, otro de las acequias.

La novela se lee no sólo con gusto sino con ansia. La facilidad de lectura es asombrosa y el enganche brutal. Son 560 páginas que se leen como si fueran doscientas; no te cansas de leer, necesitas saber más y más y, cuanto más avanzas en la trama, más enganchada estás. Hay giros sorprendentes y sorpresas inesperadas hasta llegar a un final en el que todo queda resuelto. El lector avanza en la lectura a medida que avanzan los propios investigadores, no sabremos más que lo que ellos van descubriendo. Ello nos permite hacer nuestras propias elucubraciones.

Conclusión final

“Romperás la noche con un grito” es una novela policíaca escrita a ritmo de thriller. Con una trama bestial y unos personajes super interesantes cuyas vidas dan lugar a subtramas paralelas, es un libro que se devora y que deja muy buen sabor de boca. Desconozco si el autor tiene intención de seguir con esta pareja de investigadores; si lo hace, no tengo ninguna duda de que seguiré leyéndole.




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