Romperás la noche con un grito

“La inspectora Bru ha eludido contarle al señor Durán que el caso de su hijo no es algo habitual. Es una desaparición de las conocidas como de «muy alto riesgo» y que rara vez acaban bien” ~ Romperás la noche con un grito de David Orange.

Lo mejor de esta novela ha sido leerla con mi compañera y comentarlo. Diciendo esto creo que mi opinión va a ir un poco a contracorriente de lo que he leído por aquí. He de decir que se lee muy fácilmente, así que si sois de los lectores que se asustan ante libros de 500 páginas que eso no os eche para atrás. Los capítulos, además, son cortitos.

La historia narra la búsqueda por parte de la inspectora Elizabeth Bru de un bebé de ocho meses robado de casa de su padre; un caso que despierta recuerdos poco gratos en ella que también tuvo un intento de rapto cuando era pequeña y que recuerda a retazos.

Mi problema con este libro es el que tengo últimamente con muchas novelas de este estilo: demasiadas páginas que no conducen a ninguna parte; demasiadas manías, traumas y problemas que no tienen que ver con lo que realmente busco: una investigación centrada y fluida; unos protagonistas que me han caído fatal y que no me han sabido transmitir su personalidad a pesar de las descripciones del autor.

Muchos personajes y muy complicado, recordarlos a todos por cuanto todos se presentan con nombre, apellido y mote y el autor a veces se refiere a ellos por nombre, otras por el apellido, y otras por el mote así que cuesta centrarse, sobre todo al principio que te pasas el rato interrumpiendo la lectura para recordar de quien te está hablando. Reconozco que de vez en cuando tenia que hacer ejercicios de memoria porque me daba pereza recurrir a la opción de mi compañera de lectura: hacer un croquis en el papel.