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Comencé y terminé TMR igual que los Habitantes: sin saber absolutamente nada —y si te animas a leerlo tú también lo harás, créeme—. Siento que no puedo hablar mucho de este libro sin soltar varios spoilers en los que les explique qué es lo que está pasando y por qué, pero intentaré no involucrar los libros posteriores para hacer de este blog una zona feliz y libre de dolor. Cuando compré este libro no tenía ni la menor idea de qué trataba —mucho menos que hubiera una película—, así que cuando comencé a leerlo estaba más que maravillada, pues el universo de TMR es demasiado complejo, no tenemos idea de por qué estos chicos están ahí y por qué han perdido la memoria —lo que resulta bastante interesante al momento de descubrir cómo ven el mundo éstos chicos; han perdido la memoria, pero aún saben cómo funciona el mundo, saben cómo funciona una corrediza, tienen el recuerdo de una puerta corrediza PERO no el recuerdo de la persona con quien estaba cuando usó esa puerta o el lugar donde estaba— además del hecho de que es una distopía científica, lo que nos provee un mundo bastante detallado en el que no sabes si las cosas que están pasando son por el bien común o una injusticia. Los capítulos son muy cortos y llenos de misterio y acción, lo cual hace que se lea muy rápido —sin mencionar el maravilloso estilo de Dashner—, otra cosa maravillosa es el hecho de que ahí nadie sabe nada y por ende tu tampoco, así que debes ir descubriendo las cosas poco a poco e ir formando teorías —más aún cuando llega Teresa con el mensaje: ella es la última—. TMR es una historia llena de acción y misterio que con sus descripciones tan vívidas te atrapa desde la primera página. |
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