Siempre me han gustado los libros de Dahl cuando era niña y aunque este releer como adulto le quita algo de su magia, no hay duda de que le leería esto a mi niño hipotético. ¡Este es el libro perfecto para voces graciosas y para leer en voz alta a los niños! Además, se trata de la fábrica de chocolate más increíble de la historia, y ¿a quién no le gusta algo dulce? 3.5 estrellas por el alto factor nostálgico y gran prosa para niños. El uso excesivo de signos de exclamación se vuelve molesto cuando lo lees como un adulto, ¡cuidado!
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