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«El amante de Lady Chatterley» de D. H. Lawrence, es una novela publicada en la década de los 20 en Florencia, aunque el autor era inglés, no pudo ser publicada en su país sino hasta 1960 cuando Penguin Books publica el texto íntegro y la Corona Británica emprende acciones legales usando una ley de 1959 pero con puntos del siglo XIX. Lo curioso fue que dentro de los testigos se encontraban sacerdotes, quienes abogaron a favor de la editorial diciendo que el sexo era algo sagrado. a final de cuenta Penguin ganó el juicio, lo que lo volvió un emblema de la liberación sexual. La década de los 20, un periodo entre guerras, fue una explosión cultural, cambio de mente, apertura, llegó el sufragio femenino, las expresiones artísticas aparecieron como explosión de palomitas en fin... cambio cultural en 180° Los ingleses apenas se sacudían las normas victorianas, donde el sexo para las mujeres solo servía para procrear y era inconcebible que una mujer sintiera placer. Una novela erótica donde se habla del sexo, placer y el romance entre personas de diferentes clases sociales, claro que esta novela va más allá de eso. En primer punto vemos el tema sexual, que es lo primero que atrae de la novela, a final de cuentas por eso fue el escándalo. La libertad sexual, las mujeres con el derecho al placer y no solo las mujeres, sino los hombres igual, a buscar y desenvolver su deseo, el goce. No solo tener sexo para un fin, sino disfrutar cada paso. A esto le sumamos, el sexo entre hombres y mujeres sin ninguna atadura legal o religiosa, el sexo casual. Incluso se tocan temas de bisexualidad y homosexualidad como algo completamente natural. La libertad de la mujer no solo sexual, sino su libertad de aprender, opinar, ser ser intelectual. Su libertad de buscar su propia felicidad y que esa búsqueda o ese derecho a ser feliz no debe interrumpirse por esta casada, que la esposa no es la nana del marido. Otro tema interesante es esta lucha entre clases y sus diferencias. Primero los abusos obrero patronales, la explotación laboral y las precarias condiciones en las que trabajan los mineros. Cómo a pesar que los Chatterley viven en el mismo pueblo, ignoran por completo la realidad de los habitantes, los hombres que trabajan en las minas y sus familias. Vemos este ambiente empobrecido, desolado. Cómo la industrialización va acabando con los recursos naturales, con los bosques, la fauna, contamina el aire de un pueblo solo para exprimirlo y luego dejarlo cuando no da más de sí. Los grandes empresarios "succionan" la vida de los habitantes, de los bosques, de los pueblos, de llenan los bolsillos y sin ninguna pena se marchan. En cuanto a avances tecnológicos y científicos. Podemos ver temas como la industrialización a gran escala, el reemplazo de las máquinas a los hombres. Y un tema muy interesante, la fecundación in vitro. Al leer «El amante de Lady Chatterley» no puede evitar recordad a Madame Bovary, ni a Anna Karénina, dos mujeres que tuvieron un final trágico en su búsqueda por la felicidad y su anhelo de escapar de matrimonios asfixiantes. Cada uno a su manera, incluso más semejanza con la obra de Tolstoi al tocar los temas de modernización, industrialización y clases sociales. |
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