La sustancia del mal

Desde que salió tenía ganas de leerle ya que me había llamado la atención pero no me anima a ello. Hasta ahora, gracias a una recomendación en Babelio y además le escogí como Lectura Conjunta que hago con unas amiguísimas ;)
No hay duda de que el libro empieza con buena pinta. Narrado en primera persona, con unos puntos muy ingeniosos del protagonista y de la hija (4letras), es algo que me ha llamado la atención y me ha gustado mucho.
Si bien al principio empieza un poco lento, ya que nos medio descubre que algo ha pasado, una masacre, que no sabemos muy bien cómo encaja en la historia y que va a tener relación con nuestro ocurrente protagonista. Creo que ese misterio es lo que te impulsa a leer y a no dejar el libro a medias. Esa obsesión, que de buenas a primeras le entra, cuando no tiene nada directo que ver con el, es contagiosa, ya que es la misma obsesión que tu sientes y notas cuando vas leyendo el libro.
Una masacre pasada hace 30 años en un pueblo perdido, en medio de la montaña. En torno a ello se desarrolla todo el libro y todo lo que Jeremiah provoca: revolver el pasado, que todo el mundo se empeña en evitar, ponerse en peligro, a la hija... Quizá esta parte es la que más me ha chocado, el extremo al que llega el protagonista para no ver nada más que su obsesión.
Hacia mitad del libro no es cuando se empieza a perfilar todo, aunque sea así, animo a leerle y a darle una oportunidad. Está muy bien escrito y eso es algo que me ha encantado, el toque personal del autor, las descripciones y que consigue que sientas ese miedo, ese frío, de estar en medio de la montaña, en una gruta metido sin saber cómo salir. Te lo consigues imaginar completamente.