En esta novela breve y sencilla, Larisa Cumin reflexiona sobre el arte de narrar y cómo los relatos transmitidos por las familias moldean la identidad y la propia historia personal. Una hija le cuenta a su madre las historias que ella le contó de niña, tratando de hilvanar las escenas y los hechos fundacionales de la mitología familiar para recuperar el pasado y entretejerlo con el presente. Una lectura amena y sensible.
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