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Estamos en el año 2006, Adriana, que actualmente vive en París, acaba de romper con su pareja, lo ve como algo normal y en cierto modo se siente aliviada, son cosas de la maldición, pero lo que más le ha molestado es que el motivo de la ruptura que ha dado él es que ella le trae mala suerte. No se ha recuperado de la noticia, cuando recibe un mensaje de su amiga Gela diciéndole que se va a casar a pesar de la maldición, ha encontrado la forma de eludirla, su otra gran amiga, Ida está que tampoco se lo puede creer, pero la ilusión de Gela es contagiosa, y quedarán para verse en París, en casa de Adriana antes del evento. Los recuerdos llegan en tromba a su mente, recuerda perfectamente cómo llegó al lugar que la marcaría para siempre, por cómo llegó, por la gente a la que conoció y por algo que ocurrió que las persigue desde entonces. Se trata del internado de Kylemore, en Irlanda en la agreste comarca de Connemara. Regresará allí con sus recuerdos y con la ayuda del diario que escribió. Allí, en medio de gente hosca sintió la calidez de la inigualable Sister Anne. La sensación de traición que sintió por parte de su padre y de la que era en aquel momento su pareja y su segunda madre, Patricia. Entre estudios, juegos y paseos al lago conocieron la maravillosa historia de amor que supuso la llegada de los Henry a aquellos parajes, el proceso de construcción y rehabilitación del castillo y la abadía, y esa es otra de las tramas, la de una pareja feliz, con muchos hijos, que fueron felices y aportaron riqueza a la zona, hasta que ocurrió algo que rompió esa felicidad. En esa época conoceremos a un chico Demian con unas enormes ansias de saber y la pequeña Geraldine que hará todo lo posible porque lo consiga. Adriana comenzará a escribir, intentando reflejar sus sentimientos, lo que ocurrió, eso que, entre trastadas y trastadas, en los pequeños dormitorios que apenas les proporcionaban intimidad para urdir sus planes hasta que un día vieron que realmente existía una maldición y ellas la llevarían sobre sus hombros cada vez que intentaran tener una relación amorosa. La ambientación tal y como nos la narra es muy sugerente, un ambiente gótico, un lago de aguas verdes, praderas, árboles frondosos, rosas, un colegio frío, desangelado, la sensación de estar observadas, unos restos prohibidos, piedras que curan. Es una sensación casi inexplicable de presencias, de sonidos y susurros que ofrecen ese realismo mágico que impregna toda la novela. Poco a poco iremos conociendo cada vez mejor a los protagonistas, pero la maldición como tal la conoceremos casi al final, y la verdad es que pone los pelos de punta ver cómo ha afectado a sus vidas. Las tres tramas se deslizan y como dije antes se van colocando en su lugar, hasta llegar a un final realmente sorprendente y que a mí personalmente me ha gustado bastante. Una novela interesante que me ha gustado y me ha hecho viajar a Irlanda a un lugar mágico. Enlace: https://laisladelasmilpalabr.. |
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