Mil millas hacia la libertad

«El funcionamiento práctico de la esclavitud es peor que las odiosas leyes por las que se rige.»


En este libro Mil millas hacia la libertad escrito desde Inglaterra en 1860 por los esclavos William & Ellen Craft nos encontramos ante uno de los máximos exponentes de las denominadas «narraciones de esclavos». Publicado por la editorial bilbaína Consonni en su colección ‘El origen del mundo' en septiembre de 2023. Resaltar la traducción de María del Rocío Fernández Pérez.
Una edición cuidada, con imágenes y textos sorpresa en esquinas y recónditas anotaciones. Guiños a los lectores y las inconfundibles portadas a un solo color con fotografías.

«Los hechos que relato a continuación son suficientes para demostrar que el hombre que tiene el poder y es lo bastante inhumano para pisotear los derechos sagrados de los débiles no tiene en cuenta ni la raza ni el color.»

Un texto impresionante no sólo por su valor histórico y testimonial, sino por su acertado análisis de las relaciones entre amos y esclavos narra la huida y fuga realizada por la pareja en 1848 y las vicisitudes para conseguirlo.
Durante unos pocos días antes de Navidad -fecha señalada- suben a carros, trenes y barcos buscando la ansiada libertad y la fuga del régimen de terror, miedo y torturas esclavista en los Estados Unidos -sobre todo en el Sur-. Nos enteramos de los prolegómenos y el plan urdido para conseguir traspasar varios Estados hasta llegar al Norte, a uno de los Estados donde se había abolido la esclavitud.

«Miré, y volví a mirar, pues me parecía maravilloso que la simple visión de nuestra primera ciudad de refugio provocará que sintiera de inmediato mi corazón, hasta ahora triste y pesado, muy feliz y ligero»

Tras varios sustos, encuentros y duros comentarios por parte de los pasajeros que acompañan a los esclavos llegan a Boston. Liberados ya del yugo de la esclavitud y trabajando como ebanista y costurera les golpea: «En 1850, el Congreso aprobó la Ley de Esclavos Fugitivos, una ley demasiado infame para haber sido pensada y tolerada por una persona de este mundo, salvo por los tiránicos yanquis sin escrúpulos». Una atrocidad jurídica que permite a los dueños de esclavos entrar en los Estados a los cuales hayan huído -aunque la esclavitud no este permitida- y retornarlos a sus precios y plantaciones. Ante este nuevo escenario deciden cruzar el Atlántico -en travesía contraria a la que hicieron millones de esclavos en los barcos negreros- y asentarse en Inglaterra. Allí aprenden a escribir y leer y una década después de su llegada, convertidos en referentes mundiales y en líderes de la opinión antiesclavista que soplaba en el mundo deciden contar su periplo y odisea personal. En un estilo directo y plagado de referencias bíblicas y poemas comprendemos el dolor, el miedo y la inmensa alegría que trasciende a este relato y nos interpela a lo largo de los siglos.

Agradecer a Babelio y a mis queridas editoras de Consonni la posibilidad de leer y reseñar este libro.

Libro breve en el que los protagonistas y autores, un matrimonio de esclavos estadounidenses de Georgia, dan testimonio de su huida en el año 1848, desde Macon a Filadelfia en busca de la libertad. El título del libro hace referencia a las mil millas de camino que recorrieron para lograrlo. En el viaje, ella, de piel clara, se hizo pasar por un hombre blanco que viajaba con su siervo.

Ya en el prólogo, William, que va a ser el narrador de toda la historia, expresa su objetivo al escribir el libro, que no es tanto dar a conocer la historia de su huida como generar conciencia de lo que es la esclavitud, y generar un profundo rechazo a la misma.

El relato comienza explicando como es que su esposa se pudo hacer pasar por un blanco. ¿es que pensábamos que todos los esclavos eran negros? Pues no. Por un lado estaban los hijos de los amos y las esclavas, como era el caso de la protagonista. Pero además el autor nos explica que había niños blancos que eran robados o incluso vendidos por sus propios padres.

La narración de la huída no es especialmente prolija en detalles. Nos cuentan lo suficiente para que admiremos su creatividad y valentía ( y por supuesto su suerte) pero sin hacer un relato extenso.

Además, los autores no se van a limitar a hablar de su aventura, sino que van a hacer una descripción pormenorizada, aunque sin detalles escabrosos, de como era y en que leyes se sustentaba la esclavitud: cómo se separaba a padres de hijos, como se vendía a enfermos y ancianos, como se mataba a golpes a esclavos, totalmente amparados por la ley.

Y apoyan su relato no solo en leyes y fechas. También en citas y versos de diversos orígenes: escritores y poetas de la época, canciones abolicionistas…Esto es muy destacable porque denota una erudición sobresaliente, sobre todo tratándose de unas personas que en momento de huir eran completamente analfabetas.

El libro cuenta con una segunda parte en la que se narran sus primeros años de libertad en Boston, y como, en 1850 se ven obligados a volver a huir. Este fue el año en el que el congreso de Estados Unidos aprobó la ley de esclavos fugitivos, que permitía devolver a los antiguos esclavos a sus amos, aun cuando ya residieran en estados abolicionistas. Esto llevó a la pareja a marcharse de su país y comenzar una nueva vida en Londres.

En toda la narración subyace un único argumento: el de la igualdad de los seres humanos como derecho inalienable. Y destila infinita gratitud hacia todos aquellos que los ayudaron así como el sentimiento de haber sido muy afortunados en una aventura en la que otros muchos no corrieron la misma suerte.

Para mí ha sido una lectura enormemente ilustrativa: desconocía muchos detalles que se reflejan en este libro. Siempre me parece necesario conocer este tipo de testimonios, la historia de la barbarie humana. Es un deber hacia las víctimas. Y además es la única manera de que curen las heridas y de que los humanos tengamos la oportunidad de no repetir los mismos errores.

Me gustaría también destacar que la edición de Consonni es maravillosa, llena de detalles, con retratos de los protagonistas y una breve contextualización de su línea editorial.

En el libro nos encontramos con la historia de un matrimonio esclavizado que huye en busca de la anhelada libertad.

William y Ellen están casados pero han oído hablar de esclavos que huyen y consiguen ser libres en Filadelfia, así que un día divagando se les ocurre que podrían intentarlo y lograrlo. Ellen, al ser de piel clara, se haría pasar por un amo que va de viaje con su esclavo (William). Para disimular todo lo posible los rasgos femeninos lo que hacen es vendarse algunas partes del cuerpo, incluyendo la cara y hacer ver que tiene una dolencia que ha de tratar en Filadelfia. Una vez consiguen subir al tren se dan cuenta de que el viaje no va a ser fácil pero ya no pueden hecharse atrás, asi que hacen todo lo necesario para lograr llegar a destino.

La historia en si no me ha gustado demasiado porque no está explicada de modo entretenido, pero si el trasfondo y todo lo bien documentado que está el tema de la esclavitud. Explica cosas tales cómo la manera en que conseguían niños esclavos, lo poco que importaba la gente esclavizada y que hicieran lo que hicieran siempre eran los culpables de lo que les pasara, incluso la facilidad con la que podían elegir maltratarlos o matarlos sin que ellos pudieran hacer nada al respecto. En fin, es una lectura que demuestra hasta donde puede llegar la crueldad humana por creerse superior al resto.

William y Ellen Craft eran esclavos en la ciudad sureña de Macon, en Georgia. Consiguieron fugarse en 1848 y publicaron la historia de su huida en 1860, así que lo que tenemos en las manos al leer este libro es un testimonio único, una ventana al horror de la esclavitud y el absoluto desprecio por la vida humana ajena.

El narrador es William, y comienza contando cómo fue vendida poco a poco su familia entera por separado (padres, hermanos) para no volver a verse jamás, y como se permitía hasta pedir hipotecas a los bancos usando como aval a los esclavos. ¿Que el esclavista no cumplía con los pagos? Pues el banco subía a los esclavos que hacían de aval a una tarima, los subastaba y a otra cosa mariposa. Y como esto, mil aberraciones, como los cazadores de esclavos fugitivos, la persecución a los negros libres o la violencia sexual que sufrían las esclavas negras por parte de sus dueños.

William se pregunta cómo podía existir la esclavitud en un país cuya Declaración de la Independencia afirma que todos los hombres nacen iguales y tienen los mismos derechos, pero lo cierto es que ellos no eran considerados personas y derechos no tenían ninguno. William y su mujer consiguieron huir, gracias sobre todo a que Ellen era hija de su amo y de piel casi blanca. Cruzaron mil millas de territorio esclavista hasta llegar a tierra libre, fueron perseguidos y, en el momento de escribir el libro, habían formado una familia en Inglaterra y William estaba intentando reunir dinero para comprar la libertad de su hermana.

La narración es sencilla, sin artificios, honesta sin buscar la lágrima ni forzar la compasión. Cuenta las cosas como eran pero le evita crueldades al lector, pone ejemplos de casos y personas que conocieron… una lectura muy interesante, muy necesaria y muy recomendable.
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