El custodio de los libros

Esta siendo una costumbre de lo más placentera leer novelas históricas de Ediciones Pámies. Desde que descubrí esta editorial y su catálogo han sido tres libros los elegidos y reseñados en el blog. Todos ellos con una nota de sobresaliente. No hay mayor alegría para los lectores incansables el saber dónde ir a buscar para encontrar esos tesoros que nos hacen vibrar. Personalmente, tenía arrinconada la novela histórica y gracias a esta editorial he vuelto a coger el gusto por estas historias de ficción histórica.

'El custodio de los libros' ha sido premiada con el IX premio de novela histórica ciudad de Úbeda. Quizá seáis como yo que no os dejáis influenciar por los premios literarios pero siempre está bien saber que la novela que tenéis entre manos ha sido galardonada, aunque solo sea por mera curiosidad.

Hacer un resumen de esta novela se me hace muy difícil; sobre todo porque es un libro que roza las setecientas páginas en las que pasa un mundo entero. Tanto como un mundo entero no, pero sí que abarca los años desde 1464 hasta 1502, la Baja Edad Media. Como os imagináis, fue una época convulsa, de luchas incesantes que asolaban las tierras de Castilla. Tiempos en los que el pueblo estaba harto del abuso de los señores, tiempos de hidalgos rurales, de arzobispos e intrigas palaciegas, de guerras fratricidas, fanatismos y caminos inseguros y como no, de monjes mendicantes. Esta novela se ambienta casi íntegramente en la Pobla del Caramiñal (Galicia), especialmente en un pequeño y modesto eremitorio aislado entre montes. Allí, unos frailes hacen su vida entre oraciones y labores hasta que un día aparece un fraile barbudo huyendo de Toledo con un misterioso cargamento.
En aquel cenobio se centrará la mayor parte de la acción aunque la historia se expandirá hacía otros territorios. Existen varias tramas, y al mismo tiempo aborda diferentes historias con sus personajes principales que se cruzarán en algún momento los unos con los otros, pues todo en esta novela está conectado. Pero el tema que impera por encima del resto es la custodia de un Legado de libros prohibidos en una legendaria biblioteca en el reino de Galicia.

Esta novela estructurada en cinco partes tiene una extensión considerable con fragmentos descriptivos del siglo XV. Destaca una soberbia ambientación, con un narrador omnisciente y una prosa clara y fluida que hace navegar al lector por sus letras cristalinas. Los capítulos son cortos, excitantes, con giros inesperados de los acontecimientos y llenos de despiadada tensión. Desgraciadamente, con desenlaces sorprendentes y trágicos.

Elaborar cuidadosamente una novela histórica bien documentada, pero además, forjar una historia de aventuras con varias subtramas entrelazadas y personajes grandiosos no es fácil. Nunca había llegado a comprender la importancia de este género literario. Pero la novela histórica no ha nacido por casualidad. Ha sido creada para amantes incondicionales de los libros, para acercarnos a la Historia desde diferentes puntos de vista y para soltar el nudo del lazo que nos cubre los ojos. Además, hay autores que remueven conciencias, que despiertan la curiosidad en los lectores por acercarse más a la verdad. Aunque como Rodrigo Costoya escribe es su novela, «La gente persigue la verdad como si la necesitara para vivir. La verdad no es como el aire, ni como el agua. No la necesitamos para mantenernos con vida».
Espero con esta reseña haber favorecido a la difusión de este libro, para que no pase desapercibido entre el vasto océano de novelas que existen y para despertar la curiosidad por personajes históricos tan controvertidos como Pedro Madruga.

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