El custodio de los libros

Mis ojos ya no me permiten escribir, y para leer tengo que colocar el texto tan lejos que apenas logro descifrarlo.

Mis ojos ya no me permiten escribir, y para leer tengo que colocar el texto tan lejos que apenas puedo descifrarlo.

La sombra de una tragedia se hace más pequeña si le pones cara de risa.

Todo camino es un bálsamo para un alma atormentada.

Creer en un sueño imposible es darle sentido a la vida. Luchar por él hasta la extenuación es firmar la paz con uno mismo.

No te extrañe que las llamas, como suele suceder, empiecen a arder precisamente en las páginas de un libro.

La gente persigue la verdad como si la necesitara para vivir. La verdad no es como el aire ni como el agua. No la necesitamos para mantenernos con vida.

A veces interesan más los amigos venenosos que Santos en los altares.

Nunca sorprende a zorro viejo el siniestro acecho de un lobo.

En ocasiones sueño con forjar un mundo nuevo, partiendo de cero, en el que se pueda liberar la sabiduría que hoy ocultamos por miedo a que los bárbaros la aniquilen.