Estudio en escarlata

Pues bien, este es el segundo libro que leo de Arthur Conan Doyle. El libro está dividido en dos partes, la primera parte nos narra cómo es que se conocieron Sherlock y Watson, así como los detalles de un asesinato. La segunda parte y la que más me gustó a mí, nos lleva de Londres al desierto de Utah. Y es que un crimen como el cometido, por lo regular tiene un trasfondo algo turbio.

Este libro me dejó reflexionando con relación a la situación de los niños sin hogar y es que Sherlock tiene un séquito de muchachos de la calle que le ayudan a conseguir información. Como bien lo dice Sherlock, cuando se trata de alguien “importante” la gente cuida lo que habla, pero cuando se trata de gente invisible como son los niños sin hogar, entonces no tienen reparo. Es así que ellos tienen más acceso a información, lo cual me recuerda a la serie que lanzaron recientemente y que al parecer no fue del agrado del público “The Irregulars”.

Otro tema del que jamás pensé encontrarme en un libro como este, es sobre los mormones, un grupo religioso también conocido como “Santos de los Últimos Días”, fundado en 1830. En este libro nos narra la historia de los pioneros mormones en su viaje por Estados Unidos, en donde pronto se hacen de tierras y forman una comunidad cerrada a los suyos, con sus propias reglas y costumbres.

Sin duda un libro con una primera parte digamos normal, y con buen ritmo y con una segunda parte que te engancha, una lucha por la justicia, en donde la ciencia de la deducción de Sherlock Holmes lleva a descubrir la verdad sobre una historia olvidada.

Realmente una historia entretenida, que incluye misterio, acción, amor, decepción e injusticia.
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