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Se puede huir de una ciudad pero no se puede escapar de un recuerdo. Los recuerdos nos asaltan cuando menos lo esperamos y se hacen fuertes cuando nuestra mente está ociosa y empeñada en hacerles hueco. Pero cuando todo a tu alrededor es ruido y color, es posible arrinconar ese recuerdo hacia un lugar cercano al olvido. Nunca se irá del todo, pero dolerá menos. Es posible que India sea el lugar idóneo para buscar esa saturación de todo que nos aleje de la nada. Después de leer este libro me lo parece, desde luego. Porque no es solo el exotismo del país, es una realidad sociocultural que en gran parte desconocemos y a la que nuestra protagonista nos acerca. Una nueva vida para regalar vida, para sembrar esperanza, para cambiar el mundo. |
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