Publicada en 1887 esta novela corta de Wilkie Collins tiene todos los ingredientes para hacernos pasar una espeluznante hora de lectura. Tenemos una abadía, una familia que vive acechada por una demencia hereditaria, una profecía y un joven atormentado. Acompañaremos a un narrador sin nombre en un relato donde la amistad y el amor verdadero no hacen sombra a lo fantasmagórico y sobrenatural. Un elección Ideal para pasar un buen rato de lectura aunque se haga demasiado corto. Toca seguir con el resto de historias de miedo de Collins. |