La traición de Montverre

Aquí les traigo mi opinión sobre esta preciosidad “La traición de Montverre” de Bridget Collins, autora de El encuadernador.

Nos encontramos con una historia completamente distinta, una academia donde los mejores estudiantes aprenden el arte del grand jeu, una competición que alterna arte, matemáticas, música y demás destrezas.

El libro se estructura por capítulos dedicados a los dos grandes protagonistas Léo, un político que estudió en el Montverre, la Magister Ludi, una de las profesoras de la escuela, también tenemos capítulos donde se nos muestran fragmentos del diario de Léo de joven, durante su estancia en la exigente academia y por último, tenemos capítulos donde La Rata, un misterioso personaje, nos habla de manera un tanto confusa.

Es imposible comentar mucho sobre este libro sin caer en spoilers, nos cuenta una historia con un trasfondo donde se toca la política, la religión, la evidente desventaja de las mujeres frente a los hombres, la competitividad, los prejuicios frente a los problemas de salud mental y aspectos bastante sombríos relacionados con los actos humanos, entre otras cosas.

Pero a la vez, nos cuenta una historia de amor. Es imposible no caer rendida con la pluma de la autora, es capaz de crear una atmósfera atrapante, a veces oscura y otras, luminosa. En ocasiones te sientes perdido, sin entender qué está pasando, hasta que al final todo cobra sentido y sabes que eso es exactamente lo que pretendía la autora.

Puntos negativos: ritmo algo lento, poca información sobre los juegos en general y la autora tiende a dejar los finales algo abiertos.

Puntos positivos: los claroscuros de los personajes, los fragmentos del diario de Léo, la historia de amor, los diálogos,…

Te recomiendo leerlo si te gustó El encuadernador, si te gustan las historias con ambientación Dark Academia, con una trama bien llevada pero que supone un ligero reto lector.

“Es un gesto moderno de arrogancia imaginar que la divinidad que anhelamos alcanzar con el grand jeu es mejor, o tal vez distinta, que las deidades de otras regiones. Una forma más joven de venerar no es necesariamente una forma mejor, ni tampoco la única.”