La lectura de esta novela de intriga me ha tenido atrapada de la primera a la última página y, teniendo en cuenta que tiene 900, no es poco decir. No me cuesta nada entender la impaciencia de lxos lectores de la época victoriana haciendo cola para conocer el siguiente episodio de la novela, que en aquel entonces se publicaba por fascículos. El libro es novela epistolar narrada por los protagonistas u observadores de la historia. Además de la complejidad de la trama, que es redonda, cabe destacar la profundidad de los caracteres de los personajes; a mi modo de ver, Marian y el conde Fosco son los mejores. |