La mujer de blanco

Este libro es una obra maestra literaria que he leído (y escuchado al mismo tiempo) como un thriller, una historia apasionante hasta sus últimas páginas.

Los personajes están muy bien dibujados y al final de la novela sientes que realmente los conoces, sus fortalezas y debilidades. Coloca a los personajes en su tiempo y lugar, pero permite, inusualmente para el período de tiempo, que una mujer sea uno de los personajes principales, si no el principal, y ella es la más fuerte e inteligente de todos los personajes, a pesar de que debe operar a través de un hombre la mayor parte del tiempo, un hombre claramente no igual a ella en inteligencia.

Me encantó el ritmo sostenido y continuo sin tiempos de inactividad, su trama misteriosa y complicada que inicialmente había juzgado como superficial y que resultó ser absolutamente impredecible, a la que eventualmente sucumbí, algo raro para mí.
Disfruté de las diferentes perspectivas, el rigor y la meticulosidad con que se construyó la argumentación, como un argumento final en un juicio.
Me encantaron los retratos de los personajes, vívidos y ricamente representados, pero nunca aburridos, el lenguaje elegante, ingenioso, irónico con humor refinado y sutil.

Hay pasajes de indiscutible belleza y refinamiento literario que he disfrutado muchísimo y me han hecho comprender una vez más por qué me encanta leer. Una de ellas es la escena de la Ópera, cuando Frosco aplaude en silencio, lleno de admiración, con ese delicado gesto de golpear sus manos enguantadas con un aplauso aterciopelado.