El hotel encantado

Mis historias de terror favoritas siempre han sido las que tienen lugar en mansiones embrujadas donde los secretos acechan en rincones oscuros, áticos, sótanos o, como en esta novela, habitaciones de hotel. "El hotel encantado" ha sido mi reencuentro con Wilkie Collins y ha vuelto a envolverme en ese ambiente tétrico y misterioso que tanto me atrajo en "La mujer de blanco"
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El misterio de la novela nos traslada a Venecia, concretamente a un hotel que años atrás fue un triste y ruinoso palacio habitado por un matrimonio controvertido. Los extraños acontecimientos que se produjeron en el palacio impregnan cada una de las peredes del hotel, convirtiendo sus estancias en una auténtica pesadilla en la que los protagonistas tendrán que descubrir la macabra verdad que se esconde entre ellas.
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"El hotel encantado" se mueve entre la novela de misterio y la novela gótica. Hay una historia familiar, fantasmas y un oscuro misterio por resolver. Pero si hay algo que realmente destaca en la novela es su ambientación. Wilkie Collins consigue crear una atmósfera inquietante a través de pasillos oscuros, habitaciones cerradas y el rumor del agua de los canales venecianos.
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En cuanto a la trama, la novela es algo lenta. El autor se esmera en presentar a los personajes y preparar el misterio lo que provoca que la historia tarde en explotar, más cuando es una novela tan corta, pero Wilkie Collins lo solventa muy bien, consigue mantener el suspense desde el inicio y la cierra de una forma redonda y muy original.
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Si bien no puede equipararse con las grandes obras del autor, es una lectura agradable, entretenida y con una ambientación fascinante. Una novela en la que la historia y el misterio va de menos a más y que atrapa de principio a fin.