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Madeline vuelva a casa de sus abuelos ya fallecidos en Luisiana después de enviudar. Necesita la paz que transmite ese hogar para intentar sanar sus heridas. Un día descubre el diario de su abuelo y en él los secretos que la casa esconde, a demás de un conjuro. Es en ese momento en el que decide abrir las puertas al público, prometiendo ser un lugar donde olvidar. Antoinette es madre soltera, y entro a trabar con Madeline a la casa de huéspedes cuando esta la abrió, se ha convertido en su amiga, confidente y su persona de confianza. Un personaje con bastante agallas que no tolera las injusticias y que le dice todo lo que piensa a su amiga. La trama se basa en los últimos huéspedes que se han alojada en la vivienda: Una escritora que necesita inspiración, un señor que busca tranquilidad, una mujer con una gran pena y su hijo pequeño, un hombre que oculta algo, la tía de Madeline que ha vuelto después de fugarse siendo adolescente y un guapo bombero de New York. Cada uno de ellos tiene sus problemas y secretos que poco a poco irán viendo la luz Es una novela fluida, no se hace pesada en ningún momento, pero le falta emoción. No he sentido nada mientras la leía, en algún momento he sentido que estaba en un culebrón venezolano por lo surrealista del momento. Personalmente no me ha transmitido nada y eso que la trama parecía prometedora, pero es muy lineal, con alguna sorpresa en la que creo que la autora podría haber sacado más provecho de ello. Enlace: https://mipequenorinconblogs.. |
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