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Historia ambientada en una isla volcánica de un ficticio Archipiélago del Perro. Como bien nos advierte el narrador, no es importante el lugar ni los nombres de los individuos que intervienen, podría ser planteada en otro lugar y con distintos personajes. Lo que realmente importa es poner el foco en el problema de fondo, en la manera de afrontar o reaccionar ante problemas tan graves y serios como el tráfico de personas o el abuso de menores. En esta pequeña isla donde el volcan Brau, condiciona la vida del lugar, con casas construidas con piedras volcánicas mal ensambladas, frías en invierno y tórridas en verano,sin antenas de telefonía móvil porque la isla es Patrimonio de la humanidad,con la pesca y la agricultura como únicas maneras de ganarse la vida, hay una posibilidad de que puedan mejorar las condiciones de los habitantes de la isla, o al menos de una parte de ellos, si llegara a fructificar un proyecto de complejo termal avalado por un importante consorcio financiero. Todo se complica una tarde cuando aparecen tres cuerpos en una de las playas. Tres cuerpos de personas de color indocumentadas que el mar ha depositado en este inhóspito lugar. En la escena aparecen la Vieja(la antigua maestra), el Maestro, el Emperador y América (dos lugareños), el Alcalde y el Médico. Ante la perspectiva de posibles complicaciones futuras, optan por guardar silencio y mantener una reunión para buscar una decisión consensuada que garantize la mejor solución y la salvaguarda de sus intereses. Más tarde se unirá a este grupo el cura, acompañado de sus inseparables abejas. Cada cual deberá asumir la postura tomada en conjunto, aunque después cada uno gestionará de manera personal su conciencia. La novela comienza fuerte con frases contundentes que resuenan como sentencias bíblicas, para a continuación encauzar la trama de forma que atrape al lector. Hay giros que no me los esperaba y otros más previsibles, pero en general considero que es una lectura muy recomendable y que invita a reflexionar sobre situaciones atroces, que nos hemos acostumbrado a ver en las noticias y acaban creando cierta capa de insensibilidad. Philippe Claudel ha escrito también La nieta del señor Lihn, el informe Brodeck y Almas grises, todas ellas obras muy interesantes y que le convierten en un escritor que se está creando su espacio propio, combinando una poderosa imaginación y buenas dosis de denuncia social. |
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