 |
En primer lugar no tiene sentido que hable de la manera en que está escrito este libro, ya que por varios eventos ocurridos lo considero como una secuela porque se enlaza con los libros que forma la trilogía "The Dark Artifices" dentro de la misma saga. En concreto, este libro va estar relacionado en una pequeña parte con la historia de dos personajes (no principales) pero que sí aparecen en los libros que compone la trilogía anteriormente mencionada que son el brujo Supremo de Londres de esa época con su amada Annabel Blackthorne. Otra de las cosas que en este libro es importante destacar, es sobre el don de un integrante del linaje Herondale que en el libro anterior estaba como en segundo plano y en ese parece ser que empieza a cobrar una importancia. Pero aún así deja como un cabo suelto en un episodio sobre que efecto tendrá en un futuro sus acciones al usar su don. Prosiguiendo, en este libro hay muchas incógnitas que desconozco si se resolverán ya que parecen no ser de vital importancia. Sobre todo el tiempo que trancurrió Elias Carstairs desde su salida de las Basilias hasta un día antes de un evento o como la relación entre Ariadne Bridgestock con Anna Ligthwood. Casi para acabar, he de decir que es el único libro de toda la saga de Cazadores de sombras de la autora que me ha echo llorar casi en el final por una razón que es totalmente acertada y que sale reflejada en el libro de la siguiente manera: "no puedes salvar a gente que no quiere ser salvada". Finalmente, con el pequeño fragmento anterior se puede llegar a entender que es lo que ocurre en el epílogo con cierta mujer con tendencias extreñas y con su relación con cierto ser sobrenatural para llevar a cabo su venganza. |
>
