El libro perdido

En numerosas ocasiones, había comprobado que la nostalgia era una droga peligrosa de la que era mejor mantenerse alejado

—Se ha dicho —retomó Magnus— que cuando dos personas son una en lo más profundo de su corazón, pueden quebrar incluso la fuerza del hierro o el bronce.

Los filósofos de la Antigua Grecia habían creído que los sueños y el sueño eran hermanos gemelos de la muerte: Morfeo y Hades, uno al lado del otro. Y ahí, en ese espacio, Magnus no se habría sorprendido si Will hubiera tendido su mano hacia los que más amaba, hacia Jem y Tessa.