Los tímidos

Simona Ciraolo, escritora e ilustradora, estudió animación en 2D en la National Film School de Italia, país natal, para posteriormente mudarse a Inglaterra en donde realizó un grado de ilustradora de libros infantiles.

Ha escrito e ilustrado numerosos libros destacando entre ellos "Abrázame", publicado por SM en 2016, y ganador del Flying Eye Book en 2014.

Sus libros suelen ser emotivos y consiguen transmitir grandes mensajes tanto a niños como adultos.

"Los tímidos" es su último cuento, y a través de él nos va a hablar sobre uno de los sentimientos más comunes como es la vergüenza.

Antes de adentrarnos en el contenido del libro decir que el formato es ideal para los más pequeños, tanto por la disposición horizontal como por el tipo de papel tan resistente con el que está hecho.

El estilo de la autora es conciso, sus oraciones son cortas y precisas y destaca por su interacción directa con el lector infantil, lo que no solo le permite comprender de forma accesible el mensaje, sino que se siente parte de la historia.

La letra es grande y redondeada, un punto que en mi opinión no permite que los primeros lectores puedan leer al no ser letra ligada. No obstante, a pesar de esto, el álbum cuenta con más ilustraciones que texto lo que si bien no permite seguir la lectura por medio escrito facilita que se haga por medio visual.

El estilo de Simona en cuanto al diseño es armonioso y divertido, destaca por usar tonos pasteles, alegres y variados colores lo que vitaliza la edición al mismo tiempo que no satura ni crea estrés visual, debido a la cantidad ingente de elementos existente en la escena. Las figuras se encuentran equilibradas y son tiernas y amables.

Cada página está compuesta por una lámina que parece un mural diferente lleno de preciosos colores, fondos y dibujos muy armónicos con un estilo común.

En cuanto al grosso del libro, se trata de una historia sencilla, lineal y potente. A pesar de que a priori parezca un cuento entretenido, en su interior se encierran grandes mensajes con los que poder trabajar emociones, personalidades y valores como el respeto, la igualdad, la paciencia, la amistad, la diversidad o la aceptación.

Además de ello, la autora introduce un juego de discriminación visual en donde el lector debe buscar al tímido pulpo en cada una de las escenas. Esto no solo crea interés y dinamiza la participación del niño durante la lectura, sino que además desarrolla habilidades no cognitivas fundamentales como la atención o la percepción.

Su final es completamente inesperado y deja con una sensación tan sorprendente que no puedes evitar desear volver a hacer una relectura, ya que, como un juego de detectives, Simona deja pistas a lo largo de la historia que pasan completamente imperceptibles ante el lector y es al final en donde descubres todo lo que ha ocurrido sin que te dieras cuenta de ello durante el proceso.

Cabe destacar que a lo largo del cuento no se dan nombres ni géneros y la acción se desarrolla en la escuela, lugar conocido por los pequeños, esto conlleva a que en su conjunto los lectores puedan sentirse fácilmente identificados tanto en situación como con los personajes.

He de reconocer que incluso a mí, que he leído mucha literatura infantil, me ha parecido un libro lleno de originalidad, exquisitez y belleza. Por ello y por todo lo anteriormente mencionado lo he disfrutado como no lo había hecho desde hace tiempo con un libro infantil y no me queda de otra que recomendarlo abiertamente, puesto que lo considero un estímulo ideal para los niños desde los 2 a los 6 años.

Trabajado con sus correspondientes adaptaciones, "Los tímidos" es un libro capaz de hacer descubrir a los pequeños múltiples mensajes positivos que les permita conocerse a sí mismos y a su entorno más cercano, las relaciones personales e incluso las interpersonales partiendo de la empatía y el respeto.

Se trata de un libro muy didáctico a la par que entretenido que puede llegar a formar parte de los favoritos de cualquier biblioteca infantil.

En conclusión, "Los tímidos" es un álbum maravilloso y sutil en donde el propio lector forma parte del proceso y debe sacar sus propias conclusiones. Para mí se convierte en un imprescindible.