En una cena literaria a la escritora Ariadne Oliver le hacen una pregunta indiscreta en relación con si joven ahijada: ¿Quién mató a quién en la trágica muerte de sus padres, que se declaró doble suicidio? Ahora, casi veinte años más tarde, le toca a Poirot dilucidar la verdad. El libro me ha parecido monótono, aburrido, con demasiadas divagaciones y conversaciones repetitivas. Y el desenlace muy previsible. |