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Café solo fue mi primera novela de Agatha Christie y lo leí cuando tenía cerca de los 10 años en un día, solo sabía que la autora era más o menos conocida. Hoy, once años después decidí volver a agarrarlo solo para enterarme que en realidad, Agatha no escribió este libro, sino que es la novelización de una obra de teatro de la cual si fue autora y Charles Osborne se ocupó de convertir la obra en novela. Para empezar a hablar del libro en sí, Café solo tiene como protagonista al conocido Hércules Poirot, detective estrella de la autora. En este caso, debe ir a investigar una mansión en Surrey, ya que un conocido científico le pide sus servicios. al llegar, se encuentra con que el hombre ha muerto (no es spoiler), y ahora es su deber encontrar al asesino y el motivo por el cual Sir Claude Amory pasó a otra vida. Durante las 205 páginas de historia, solamente nos movemos en el estudio de la mansión y en el periodo de un día, así que tiene una narrativa muy ligera: en ningún momento se hace densa e incluso anima a seguir leyendo. En el único momento en que de repente todo es muy descriptivo es cuando se muestra la casa en detalle, al ser el lugar donde se va a desarrollar toda la trama. Fuera de eso, al haber tanta interacción entre todos los personajes, la mayoría de lo escrito son diálogos. De todas formas, la prosa no tiene nada más que recalcar, no hubo nada que me hiciera decir “wow, me encanta la forma de escribir del autor”. Lo mismo para la trama, si bien es sencilla y fácil de seguir, no hubo grandes giros y las personas involucradas en el crimen son evidentes desde un principio. Esto es en parte una ventaja y una desventaja, porque a mi gusto una novela policial tiene que tener las pistas para que el lector vaya en conjunto con el detective armando sus propias teorías, pero al ser un narrador omnipresente todo se iba develando muy fácilmente. Los personajes en sí no me provocaron mucho, me agradó la actitud arrogante de Hércules y me gustó como personaje, pero estuve leyendo en otras reseñas que la forma en que está escrito difiere a la versión original de Christie, así que realmente no sabría decir. Por otro lado, un personaje que me gustó fue Bárbara, la sobrina de sir Claude Amory. Es una muchacha con pensamientos “rebeldes” para la época y en un momento dice una frase que me dejó pensando en lo cíclica que es la sociedad: “¡Decirle a los niños que los bebés se encontraban en los groselleros! Me parece encantador. A veces desearía vivir en esa época exótica. Pero el tiempo no se detiene, tía Caroline. Es imposible detener el progreso, y no puedes pretender que los jóvenes de hoy día ignoren lo que ocurre en el mundo real.” El resto de los personajes no me hizo ni fu ni fá, son necesarios para la trama pero no destacan en nada. Mi reseña es corta por estas razones, la novela como obra de entretenimiento funciona muy bien (para que yo lea durante todo el día sin parar, tiene que ser entretenida), pero la verdad es que no deja más que eso, por esta razón, de mi parte se lleva 3 estrellas. |
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