Sé que no tengo perdón del cielo, que es increíble que a mi edad y con la adicción a la lectura que Dios me ha dado no haya leído hasta ahora este libro. Pero aquí me tenéis subsanando este error. No puedo contaros nada que no sepáis ya. Lo malo es que aunque no lo había leído sabía cuál era el final así que me faltó el golpe final de ¡no me lo puedo creer! Aún así me ha gustado mucho. Vamos que este es un clásico que no os podéis perder. |