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Todo comienza con Samuel, un adolescente que recibe una enorme paliza de la mano de dos policías, para luego ser dejado a un par de kilómetros de su casa, con la promesa que jamás contará lo sucedido. Está es la primera escena que nos deja el autor sobre la realidad que vive este joven de quince años, para luego profundizar en su vida, pensamiento y sentimientos. Samuel se enfrenta a un cambio muy importante. Sus padres logran mejorar sus vidas, pasando de vivir en un barrio marginal a disfrutar de una casa en una zona más pudiente y con más clase. Pero estos cambios que tendrían que ser positivos, no serán tan exitosos para el personaje principal, hasta que conoce a Patricia, una compañera de clase que lo encandilará desde el primer momento y que influirá directamente en su día a día. La narración del escritor es agradable y amena, con una lectura ágil es un libro que por su tamaño se puede leer en una tarde de descanso. Las descripciones que realiza Christian me encantaron, siendo profundas solo cuando es necesario y siempre transmitiendo a la perfección los sentimientos de los protagonistas, pero sin llegar a cursilerías. Los personajes están bien desarrollados y tienen carisma. Samuel es un chico que le cuesta adaptarse, que no encuentra su lugar y que su actitud no lo ayuda en mucho, reconozco que al principio me pareció insoportable, pero a partir de la mitad del libro veremos una evolución positiva y hasta lograremos empatizar. Otro personaje que me gustó mucho fue Bergun un holandés que contratará a Samuel como jardinero y que la afinidad entre ellos será instantánea. En definitiva, una novela inteligente que nos habla de las diferencias sociales, de los prejuicios, dando una buena crítica al colectivo. Una lectura que pondrá en más de una ocasión los sentimientos a flor de piel porque tocará nuestra fibra sensible y nos hará reflexionar sobre la realidad de muchos hoy en día. Enlace: https://vitellaliberblog.wor.. |
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