Hay libros que pasan por nosotros sin pena ni gloria, otros que son entretenidos y te dejan un buen recuerdo y otros, como en este caso, que son libros que de una manera u otra te dejan huella y su historia te acompañará durante un largo tiempo. Me ha encantado la historia, desde las primeras páginas empatice con Samuel, su protagonista, quizás porque en cierta manera me traía recuerdos y por eso quizás he vivido de una manera especial todo lo que le iba ocurriendo a lo largo de las páginas. Hacia tiempo que no disfrutaba un libro así, a pesar de que lo hubiese devorado porque tenía muchísimas ganas de saber todo lo que ocurría, me he permitido ir con calma y saboreando cada capítulo y sobre todo, dejándome llevar por todas las sensaciones que me causaba, a veces de alegría, otras de nostalgia pero también de impotencia, de ver hasta que punto llega a veces la crueldad y el desprecio humano. Me encantaría hablar más sobre este libro y otros personajes de él que me han cautivado pero, seguramente, caería en el error de hacer algún spoiler y creo que esta historia es para ir un poco a ciegas con ella y dejarse arrastrar por sus páginas. ¿Lo recomiendo? Por supuesto que si, a pesar de que es una historia dura, merece totalmente la pena ser leída. |