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La primera vez que vi este libro circulando por las redes y leí su respectiva sinopsis estaba completamente segura de que se trataba de un thriller, pero no fue así. Nos encontramos ante una novela casi autobiográfica al 100% cuya historia tiene lugar en Villarrosa, una zona bastante prestigiosa de Madrid donde Samuel, el protagonista, se muda con su familia. Desde el principio podremos comprobar que Samuel no termina de adaptarse a su nuevo estilo de vida: en el instituto hay una clara diferencia de clases donde se muestra la cara más cruel de los adolescentes y, sin ir más lejos, dentro del ámbito familiar nuestro protagonista tampoco lo tendrá mucho mejor. No obstante, todo esto cambiará con la presencia de dos personajes clave, Patricia y Berg, que aportarán luz a la ajetreada vida de Samuel. En lo que respecta a la composición de la novela, me ha sorprendido muchísimo que el escritor no tuviese una formación previa sobre algo relacionado con la escritura. La construcción de los personajes es espectacular. Samuel es un niño muy maduro para su edad y el hecho de que vivamos la historia desde su perspectiva nos hace empatizar mucho más con el personaje. Además, el autor utiliza la técnica “in extrema res” en el prólogo para mantener al lector en tensión y comido por la curiosidad sobre el porqué de la dura situación que nos presenta vivida por el protagonista. Sin duda, ha sido una lectura que me ha encantado. Bien es cierto que hay mucha descripción, pero os puedo asegurar que no se hace pesada porque siempre hay elementos clave que te mantienen alerta sobre los acontecimientos que tienen lugar, así que, como es obvio, os recomiendo muchísimo que os animéis a leerla. |
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