El hechicero de la Corona

Y con esto y un bizcocho ponemos fin a las LC de las Chicas Foenkinos por este 2023. En 2024 más y mejor, por supuesto. Y cerramos la tanda de lecturas conjuntas con una novela ligera, entretenida, humorística y llena de pequeños detalles que la hacen muy interesante. Con sus más y sus menos (ahora vamos a ello), “El Hechicero de la Corona” de Zen Cho ha sido una lectura de lo más entretenida, llena de buenos momentos y situaciones. Pero al mismo tiempo, también ha tenido un ligero matiz decepcionante. Hay muchas cosas de su trama a las que se les podría haber sacado mucho más juego, para hacer de esta una lectura aún más redonda. Y es por eso que el libro para mí como lectora no ha terminado de cuajar del todo, pese a que me ha gustado mucho y lo he leído con gran facilidad e interés.

Nos encontramos en la Inglaterra de la Regencia, una en la que la magia está muy presente. La Taumaturgia británica se halla en franca decadencia, con los niveles de magia atmosférica cada vez más bajos y teniendo que capear diversos problemas políticos derivados de las guerras napoleónicas. Recientemente nombrado Hechicero Supremo, Zacharias Whyte debe hacer frente a todo esto mientras lidia con la inadversión declarada de sus compañeros taumaturgos por su color de piel y su implicación en la misteriosa muerte de su mentor y anterior Hechicero Supremo. En su periplo por intentar solucionar todos estos problemas, Zacharias se encontrará con Prunella, una joven ambiciosa, decidida, inteligente y con mucha magia que quiere abrirse camino en la vida con la ayuda de un extraño y poderoso legado familiar.

Tengo que decir que al principio la novela no pudo empezar mejor. Por la época en la que está ambientada y el tono de los diálogos, inevitablemente me ha recordado mucho a las obras de Jane Austen. Y su ambientación, historia y el trasfondo que aquí se le da a la magia me ha parecido sacados de uno de mis libros preferidos de la vida: “Jonathan Strange y el Señor Norrell”. Pero desde el primer momento me di cuenta que esto podía ser un arma de doble filo, ya que me daba miedo que al final esta novela me hubiera acabado pareciendo una copia sin mucha gracia de la otra, que como ya os he dicho antes me encanta y me parece una auténtica maravilla de la literatura fantástica de los últimos años. Porque si no hubiera leído el colosal y estupendo libro de Susanna Clarke hubiera alucinado con la originalidad de la historia que nos ocupa. Pero la verdad es que pronto se me quitaron las dudas. Hay que reconocer que Zen Cho sabe darle a su trabajo frescura y entidad propia, creando una obra con un sabor muy personal, pero que al mismo tiempo tiene algo directo y encantador que consigue conectar con el lector. Desde el principio me gustó como estaba organizado, todo lo concerniente a la magia en esta historia, como se integraba en la sociedad, ideología de la Inglaterra del siglo XVIII y en el contexto de la época, como todo sus aspectos tienen su papel dentro del marco histórico de una forma estupendamente bien desarrollada y creíble, con sus antecedentes históricos y políticos, sus costumbres y tradiciones propias y unas organizaciones políticas centradas en la propia magia que estaban en relación con los estamentos políticos y sociales ingleses del momento. Y por supuesto, todo esto pivota en torno a un sistema mágico bien estructurado, que es tratado como una suerte de ciencia bien organizada, con sus normas, detalles y particularismos. No se trata simplemente de formular un hechizo y agitar varitas. La magia aquí tiene sus pasos, bebe de muchas corrientes y hay muchos detalles a tener en cuenta. Y eso le da, irónicamente, cierto realismo y un sabor muy especial.

Y todo esto teniendo en cuenta la época en la que está ambientada la obra, una en la que ciertas ideas sociales, raciales y misóginas imperaban. Y eso es, quizás junto al sistema de magia, lo que más he valorado de “El Hechicero de la Corona”. Hay una fuerte carga de crítica contra la misoginia y la xenofobia, contra el papel de la mujer, en la sociedad inglesa, de la época y el desprecio con el que eran tratadas las minorías étnicas por el color de su piel, como la supremacía del varón blanco y con cierta posición económica y social marginaba a otros estamentos, invalidándoles y cortando de raíz sus posibilidades de ascender educacional y socialmente o simplemente tener la oportunidad de ser iguales a este patriarcado. La autora se las ingenia para representar la ideología de la Inglaterra, de la época de las guerras napoleónicas, mostrando la visión que había de los negros y de las mujeres e integrándola en su historia para usarla para jugar con ella, criticándola sutilmente para dar un mensaje muy moderno y cercano al lector actual. No trata de endulzarla, ni de hacer que sus personajes sean realmente unos avanzados respecto a la mentalidad imperante de su época, sino que combatan esos prejuicios siendo conscientes de ellos, aceptándolos y conviviendo con ellos a la vez que tratan de superarlos. Y eso me ha parecido un puntazo muy inteligente , que da gran realismo a la obra, que la convierte en algo actual sin rechazar sus orígenes y realidad histórica.

Además, creo que un punto a favor es el tono humorístico y ligero y con el que está escrita la novela. Ciertamente, sus protagonistas tienen que enfrentarse a varias situaciones difíciles, pero todo eso se hace desde un punto de vista positivo y bastante alegre, con grandes dosis de ironía y mucho humor. Las situaciones hilarantes y graciosas sazonan toda esta trama de magia y complots políticos, junto a diálogos satíricos, ágiles y ligeros. Sus protagonistas se toman en serio a si mismos, a los demás y todo lo que les rodea. Pero lo hacen con alegría y humor, con una campechanía franca que se rie de si misma y todo lo que le rodea. Y eso genera que haya varias momentos que realmente me han despertado la sonrisa incluso me han hecho reír, y que han ayudado a que esta historia sea divertida y cercana. La verdad es que es en eso, donde más he visto ahí en Austen, como la ironía se convierte en un arma para hablar de cosas más serias y hacer disfrutar al lector leyendo.

Y todo esto cuaja en el otro punto que más he apreciado de esta lectura, su pareja protagonista. Prunella es una auténtica reina, así de claro. Sin duda alguna es con la que más he disfrutado, y su personalidad me ha conquistado totalmente. Y como ya he dicho antes, es perfectamente consciente de su situación, como mujer sin muchas posibilidades económicas y encima con magia. Porque no sé si os lo había dicho, pero la magia está únicamente restringida a los taumaturgos, hombres blancos de cierta posición social, claro, de hecho, en las altas clases, se considera de muy mal gusto que las mujeres sean mágicas, y se las anima a que repriman sus poderes. Pero claro, Prunella es mucha Prunella. Y ve en su propia magia y unos misteriosos objetos que encuentra en una maleta la forma de poder prosperar en la vida y hacerse con una posición. Sin ella nada hubiera sido lo mismo en este libro. Y desde luego, no hubiera sido lo mismo para Zacharias. Este es un personaje más simple y aburrido, que lo que es Prunella, por lo que se agradece mucho que tenga a ese torbellino al lado. Los dos se complementan muy bien, ya que tienen personalidades muy diferentes, pero bien esbozadas, y lo que le falta a uno le sobra el otro y viceversa. Hacen un buen tándem, muy bien equilibrado, y esto consigue que la historia de amor, que obviamente se desarrolla entre los do,s resulte muy tierna. Especialmente, porque hay poca niñería en cómo se desarrolla, y eso la hace muy convincente. Es una pena Zacharias quede tan opacado por Prunella, porque por su situación, su posición dentro de la taumaturgia inglesa, y su pasado, la verdad es que podría dar para mucho. de todas maneras, me ha gustado mucho el personaje, me ha parecido a su manera muy entrañable y con toques muy tiernos. Ha tenido detalles que me han gustado, como que se percate de la injusta situación de las mujeres respecto a la magia paulatinamente. No me gusta nada los personajes que desde el principio de la historia son muy avanzados en sus ideas, liberales y creen en el feminismo y en la igualdad entre todas las personas, y defienden causas justas. Prefiero que vayan desarrollando una actitud crítica poco a poco, a medida que va avanzando la historia. Me parece mucho más realista e interesante para sus arcos evolutivos. Así que valoro mucho que Zacharias este pensando una reforma por y para las mujeres sin caer en la condescendencia barata.

Así que ya lo veis, “El Hechicero de la Corona” tiene muchas cosas positivas, que he disfrutado mucho leyendo. Pero que quedan opacada por otras que hacen que la novela no termine de lucir del todo.

Desde el principio, Zen Cho va dejando bastantes interrogantes en el aire. Se nota que estas primeras páginas son muy introductorias, que el lector se meta en la historia en el mundo que nos propone, lo cual va haciendo poco a poco, consiguiendo que el lector vaya interesante, no sé por qué es lo que va a pasar en la novela a continuación, creando interrogantes a la vez que va dándonos pistas y resolviendo ciertas cuestiones poco a poco. Hay misterio en este libro, un misterio que no es de esos angustiantes, pero que capta la atención. Sin embargo, noto que muchas veces la autora no terminaba de hilar bien todos los entramados que preparaba. Muchas veces leyendo, me daba la impresión de que era una obra que estaba hecha a trazos, los cuales luego se conectaban como buenamente fuera posible. de ahí que todo el conjunto me había parecido una lectura bastante irregular. Hay momentos en que notado que las diferentes tramas (la mágica y la política) no estaban bien equilibrada, entre ellas, que una se comió a la otra y no terminaban de encajar bien. de ahí que haya habido ciertos giros de guion, que pretendían ser impresionantes y que no se viesen venir (spoiler, alguno yo si me los vi venir) y que terminan por quedarse muy desdibujados y no acaban de convencer, quedándose en simples virajes que pretenden sorprender, pero que al final no acaban convenciendo.

De hecho, la gran pega que le pongo al “Hechicero de la Corona” es que hay bastantes y variados elementos del worldbuilding a los que apenas se les saca partido. Y créeme, la impresión que me daba es que se les podía haber sacado mucho jugo. Pero no, la autora apuesta por la agilidad y el buen ritmo (muy conseguidos en toda la lectura, todo hay que decirlo) y pierde una oportunidad de oro al no profundizar en ciertos aspectos y en muchos personajes que son muy interesantes. Hay muchos secundarios que son realmente interesantes, tanto por su personalidad, por sus historias de fondo, pero en los que pocas veces se pone realmente el foco y terminan por quedar en un segundo plano que no se merecen realmente. mi gran problema durante toda la lectura, fue que en muchas ocasiones tenía que volver hacia atrás para recordar quién era quién, y volver a buscar el contexto de las situaciones que tenía delante. Me perdía muchas veces por el poco detalle que ponía la autora en ciertos temas, necesitaba refrescar la lectura para poder seguir avanzando en ella. Y me ha parecido un absoluto desperdicio que el mundo de las hadas, que me parecía una de las cosas más interesantes cuando empecé el libro y que más ganas tenía de conocer, solo aparezca en una escena y apenas este esbozado. Es que casi hay ni descripciones de ese lugar en esa escena concreta que os comento. Me hubiera gustado que nos hubiéramos parado más en este espacio, conocer más cosas de su estructura y de cómo es la vida en él. Y sobre todo, saber más sobre sus habitantes, las diferentes especies de criaturas que podemos encontrar en este entorno. Quiero pensar que la autora preferida que el lector saque sus propias conclusiones, y ponga a prueba su imaginación. Porque si no, realmente ese aspecto me parece muy decepcionante dentro del libro.

Y para lo que son los posfacios de Duermevela el de este volumen me ha fallado un poco. A ver, gustarme me ha gustado. Pero me ha parecido más un catálogo de lecturas que puedes hacer si te ha gustado está y te interesa el genero de la fantasía costumbrista, sin más. Que sí, que quiero leer el 90 % de las lecturas que he conocido en estas páginas y el género me encanta y me gustaría muchísimo profundizar más en él. Pero teniendo en cuenta lo que he leído en otros posfacios de la misma editorial esperaba que hablase más sobre la misoginia y la discriminación a partir de este libro, o algo así.

Para rematar, decir que pese a todo “El Hechicero de la Corona” ha sido una obra me ha dejado bastante buen sabor de boca. No va a ser una favorita de mi vida, y creo que hay muchas cosas en la trama que podrían haberse aprovechado más, y lo mismo puedo decir de varios personajes. Pero aún así es una lectura ligerita, en la que no paran de pasar cosas, con una pareja protagonista bastante carismática y una ambientación muy buena, conseguida y original. Se lee rápido, es entretenida y tiene momentos de humor muy buenos que te sacan la sonrisa. Zen Cho Crea una historia entrañable y con muy buen rollito, con bastante crítica social y muy bien llevada. No es un libro que busque hacer sufrir a nadie y eso se agradece. Uno tiene desde el minuto cero la convicción de que todo va acabar bien, que la historia de amor que se presenta va a llegar a buen puerto y de que los misterios e intrigas políticas que jalonan estas páginas van a tener un descenlace agradable. Si no fuera porque a medida que va avanzando pierde gas, y por lo que os he comentado durante todo el tochazo de la reseña, le hubiera puesto más de las 3 estrellas con las que le he puntuado al final.