El ingrediente principal de toda poesía es siempre, la vanidad del poeta. No lo critico, de no ser así, sus versos parecerían una canción de cuna. Pero cuando dejas que tu ego fluya en prosa lírica se corre el riesgo de que una novela no respire lo suficiente y no sea lo que pudo haber sido. Auletris es un claro ejemplo. La principal virtud de Nieves Chillón se convierte en su propio enemigo. Lo que falla, por cansancio es su opresiva forma de narrar. El título hace referencia a aquellas mujeres que tocaban la flauta (aulós) en fiestas y funerales. Esta música no solo estará presente en algunos pasajes sino que acompaña a su prosa que es por otro lado, endiabladamente bella. Vireliata es una anciana esclava ibera de antiguo nombre Aiunin, que ante la llegada de las parentalias (fiestas fúnebres romanas en honor a los difuntos) decide contar su historia a su hijo Aristeo. Bajo el enclave de las segundas guerras púnicas, la acción se sitúa en tierras de Granada donde los Barca de Cartago y los romanos de Escipión buscan alianzas con los pueblos íberos, aunque la realidad está más próxima al sometimiento. Pero Auletris no pretende la épica de la batalla sino la otra realidad. La angustia de una mujer que padeció todas las penurias de la guerra, y del machismo animal de la época. Chillón pone voz en este canto novelado a la figura femenina, a su represión, a la esclavitud perpetua al hombre y la necesidad de este como medio de vida. Lo hace además, a través de unas vivencias muy fieles a una realidad histórica ensombrecida por los grandes generales y la música de sus trompetas. Un libro, en definitiva sobre el dolor de una esposa, hermana y madre silenciada por el hombre y sus gestas. Reconozco que en este contexto la autora está inmensa y que ha sido el motivo que me impidió abandonar la lectura. Cuidado, lo que para mí pueda parecer aburrido y hasta cargante para otros será precisamente, un aliciente más. Solo pongo sobre aviso de que el texto es recargado, y que su narrativa mezcla lírica, poesía y canto y por lo tanto su fluir es denso. Un libro que a pesar de no comulgar en exceso con su fórmula si me ofrece otras cosas para que la experiencia haya sido positiva. Y es que no puedo renegar de quien soy y preferir otras formas más abruptas. Amén de que Homero solo hubo uno. + Leer más |