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Si ya estaba enamorada de los protagonistas de esta novela cuando eran pequeños, ahora lo estoy muchísimo más. Óscar y Emma son los personajes más especiales que he conocido hasta el momento. Con un telón de fondo mágico y unos secundarios de diez, la autora ha conseguido hacerme reír, llorar, gritar y suspirar. Una historia preciosa y entrañable que brilla con luz propia. Eternamente agradecida a Cherry Chic por habernos regalado esta grandísima familia.
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