Él, yo y la gran idea de encender París

Óscar León vive en París, se marcho de Sin Mar para cumplir su sueño de ser un gran cocinero. Está muy orgulloso de todo lo que ha conseguido pero hecha mucho de menos a su familia.


Emma sigue siendo única, como cuando la conocimos. Ve la vida de una manera diferente al resto, es una chica muy sensible, cariñosa, supersticiosa y a la que le gusta mucho hablar. Ahora reside en París con su familia.


Ellos se conocen por una casualidad, tal vez, de una manera muy peculiar pero entre los dos se hace una conexión entre ellos que va a ser difícil de separar.


París será nuestro lugar en el que veremos como ellos se conocen, pero no será el único que volvemos a ver y es que volveremos a ese lugar que tanto nos gusta.


Emma es una chica muy diferente a Óscar, son todo lo contrario el uno del otro, pero a su vez son dos piezas que encajan a la perfección. Dos almas puras.


Un romance lento, con una gran atracción entre ellos. Dos personas que quieren algo que no tienen. Dos personas que cuando aman lo dan todo.


Habrá momento para descubrirse, amarse y para el dolor. No lo voy a negar en cierto momento me enfade con la autora por cierta cosa que vivimos. Un momento traumático, duro y sobre todo que hará a los personajes plantearse muchas cosas. Pero a su vez un momento para darte cuenta lo que realmente quieres.


Veremos viejas caras conocidas y volver a ellos ha sido todo un placer, unos aparecerán más y otros menos, pero cada uno de ellos tiene un papel importante en la vida de nuestros protagonistas.


Una historia para enamorar, para suspirar y para ver que, a veces, los polos opuestos se atraen, pero que son capaces de amar de una manera brutal y la familia siempre estará apoyando las decisiones que tomemos.