Dies irae

Segundo libro de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne

Decepción es la palabra que me vino a la cabeza cuando terminé este libro; con mucha pena y rabia lo digo porque para como se desarrolló el primero pensaba que esta historia sería si no mejor, por lo menos en la misma linea

Me ha resultado tedioso, demasiadas explicaciones a temas banales me sacaron continuamente de la trama principal, cien páginas con notas del autor me parece como mínimo excesivo y la cantidad de letras de canciones (completas!), a las que hace referencia, relleno puro y duro. Por otro lado el giro final lo sospeché desde el primer libro así que la sorpresa en mi caso no fue tal, una pena !

Encontré interesantes muchos datos históricos, en los que se nota un trabajo de documentación importante, además de innumerables temas de cultura general que supongo el autor conoce muy bien, pero parece que aprovecha la ocasión para dejar constancia de ello

El asesino/psicópata que me tenía deslumbrada en el primer libro se me desdibujó, no mantiene una misma línea, ni un patrón, ni comprendí aún el motivo de sus acciones, es un porque si, sin mucho orden ni concierto

Seguiré con el tercero, (a su tiempo), por terminar con la trilogía y por presuponer que esto ha sido una pasarela para llegar a un tercer libro que sí cumpla con las expectativas de la historia que prometía en un principio