El chico de las bobinas

“A menudo una presunta arrogancia no es más que una timidez oculta” ~ El chico de las bobinas de Pere Cervantes.

Ambientado en Barcelona a finales de la década de 1940, la historia nos cuenta la afición del joven Nil por el cine. al mismo tiempo, lo vemos crecer, cómo descubre su identidad sexual y cómo enfrenta los problemas familiares en un entorno marcado por la opresión de la dictadura. Nil hace frente al odio que existe aún entre los bandos, un rencor que no conduce más que a la infelicidad. “Había aprendido que la memoria, cuando las heridas del pasado siguen doliendo, solo crea infelicidad”.

Un libro que definiría como “amable” con un trasfondo de defensa de las mujeres en un mundo en el que “ser hombre es sinónimo de destrucción, ser mujer lo es de destrucción” y contra los totalitarismos. Afronta también el tema de cómo nos enfrentamos a la vejez –“cómo decirle que a pesar de mi edad un tipo como yo todavía puede arrastrar consigo una mochila colmada de inseguridades”–, y cómo cambia nuestra perspectiva con la edad –“cumplidos los cincuenta uno sabe que está más cerca del fin que del principio”–.

Esperaba más de esta historia, lo reconozco, sobre todo después de la maravillosa reseña de @mercefran que hizo que le diese ya prioridad en mi pila de pendientes. No es que no me haya gustado pero esperaba más acción y me he encontrado con una historia que avanza sin prisa pero sin pausa. Sí me ha gustado la ambientación, he vivido atrapada en el cine al estilo de Cinema Paraíso, y algunos personajes –a otros los he odiado hasta la médula–. Si os llaman las novelas con un tinte de misterio e históricas, ésta, sin duda, os gustará.