Jardines en tiempos de guerra

Pero Jarman sabía que la jardinería es un acto de fe en el porvenir, insensato, como todo acto de fe.

¿No le parece que esa es precisamente la promesa del jardín? No es esa la esperanza más secreta del hombre, volver a la tierra, volver a formar un solo cuerpo, y hablar, por fin, su lengua. O mejor, ser su lengua: una nota entre las otras notas de esa música, sin principio ni fin.

La ilusión más terrible de la escritura es la que consiste en hacerte creer que puede abolir el espacio, y también el tiempo, volver a hacer presente lo que no está, o alcanzable lo que se ha perdido para siempre.

Aquel jardín estaba hecho para resistir

Los espacios verdes -jardines, parques urbanos y suburbiales, corredores ecológicos, parcelas ajardinadas, rutas verdes- ya están haciendo renacer la vida en los ambientes artificiales de nuestra cotidianidad.

Afuera nadie sabía que en el corazón de las Tullerías había un puñado de jardineros que estaban acabando de comer, apretados alrededor de una mesa, de repente de buen humory con ganas de reirse de lo que fuese.