La hija del mar

La narradora parece dar voz a las mujeres que no la tienen, a pobres, tratadas de locas, a niñas… para poder contar su historia a quien quiera escucharla. Está claro que en la época en la que la novela está escrita, pocas mujeres pudieron leerla, pero la autora aún así semeja decir: “no estáis solas, yo hablo de vosotras”.

Rosalía de Castro critica aquí no solo al rico que ganó su fortuna a base del sufrimiento de los demás, sino también a la sociedad en general, que a la mujer diferente la trata de loca. Es aquí cuando nos damos cuenta del valor feminista de esta obra, que con un argumento de folletín nos abre las puertas del pensamiento de la autora.

Cada capítulo comienza con un poema de algún poeta o poetisa conocidos, y suele tener que ver con el argumento del capítulo que abre. Además, Rosalía de Castro hace alusión a poetas, escritores y pintores a lo largo de la lectura, pudiendo demostrar la gran cultura que tenía. Góngora, Lord Byron, Miss Cummins, George Sand… son algunos de los que engrosan su lista de favoritos.

Es un libro altamente recomendable, porque en un principio no parece tener esa carga feminista que acaba teniendo a partir del capítulo X, pero luego poco a poco comienza la acción y no puedes parar de leer. Sorprende y agrada a la vez ver un texto de la talla de Rosalía de Castro dedicado a las que no tenían voz en su época.