La chica de nieve

La desaparición de una niña conmociona a todo Estados Unidos y cambiará la vida de Miren para siempre. Como estudiante de periodismo, Miren se va a involucrar en la extraña desaparición y arrastrará ese caso durante su vida adulta. A mayores, deberá hacer frente a su pasado, en el que una agresión que sufrió una noche, ha causado traumas y miedos muy profundos.

Estamos ante una novela de intriga con muchos giros a lo largo de sus páginas y de sus tramas. Por un lado la de la pequeña desaparecida y el coste emocional para su familia, y por el otro Miren, la del pasado y la del presente, y cómo se entrelazan.

Un punto fuerte de la trama es que alterna muy bien los puntos de vista y que pese a mostrar saltos temporales te ubica bien en todo momento en dónde estás. Miren es un personaje duro, algo difícil de tratar y que no busca caer simpática ni a los lectores ni a su entorno, aunque sí logras que entiendas por qué hace lo que hace.

Algo que no me ha gustado ha sido que no se mantiene tanto el suspense de lo que pasa con la niña tanto rato como me gustaría. Eso me hizo bajar un poco la tensión acumulada, y que solo esperase ver llegar la resolución de Miren.
Las múltiples críticas que aparecen a lo largo de la trama respecto a la prensa, la manipulación de la información y el sensacionalismo, aportan realidad a la historia, ya que es algo con lo que vivimos muy próximos.

El final te deja con ganas de hacerte con el siguiente libro y la trama individual de Miren, la cual es muy dura, deja los hilos suficientes para saber que merece ser retomada en profundidad.
Para quienes disfruten las investigaciones poco convencionales y quieran pasar un rato con el alma en vilo.

Colibrí.