La chica de nieve

Durante la cabalgata de Acción de Gracias, Kiera, una niña de tres años, se suelta de la mano de su padre. Nadie vuelve a verla. Este es el inicio de la angustia de sus padres, una intensa búsqueda policial y el acoso de los medios.

La chica de nieve es uno de los libros del momento. Llevaba tiempo queriendo leerlo, y su adaptación a serie me ha dado la excusa que necesitaba. Advierto de que hay partes bastante duras, por si quieres tenerlas en cuenta. Me ha generado angustia, y el autor ha conseguido que, aun así, consiga empatizar y comprender ciertas cosas que tienen tela. Javier tiene un estilo adictivo, de esos que no te dejan parar de leer hasta que terminas el libro, y maneja la trama y a sus personajes a la perfección. Sí que es verdad que los flashbacks y cambios de narrador pueden ser un poco liosos al principio, pero enseguida te acostumbras. Cuando parece que la trama no puede sorprender más, agarra y da un giro que te deja con la cabeza del revés. ¿Y ese final? Yo no necesito dormir, NECESITO RESPUESTAS. Los personajes están muy bien construidos; Javier consigue transmitir sus sentimientos perfectamente, además de que son súper grises y geniales. He seguido leyendo a pesar de estar muerta de sueño: es increíble. No puedo decir mucho más para no caer en spoilers, pero necesitáis leer esta novela. Además, he visto tres capítulos de la serie y, aunque con algunas diferencias, está siendo muy fiel a la novela.
He leído muy poca policíaca patria, pero Javier Castillo ha adelantado por la derecha. La chica de nieve es lo único que he leído de él, y sin duda repetiré.