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Imogen acaba de terminar una relación un tanto tóxica de hace años. Está perdida y su amiga Ava le propone mudarse a Irlanda para empezar de cero. Empieza a vivir en un pueblito pesquero y a trabajar de enfermera en una residencia. Poco a poco irá viviendo nuevas experiencias, conociendo a la gente del pueblo y abriendo de nuevo su corazón. Es una historia que va de menos a más, al principio me costó un poco entrar, pero las descripciones de la ambientación que nos presenta la autora, me hicieron disfrutar mucho de esta lectura. Es una historia pausada, pero con mucho trasfondo y enseñanzas, además tiene unos secretos que no esperas para nada. Hay situaciones muy divertidas también y me lo he pasado genial con la familia que la acoge. Imogen es una chica que vamos a ver evolucionar mucho a lo largo de las páginas. Me ha encantado cómo se vuelca en su trabajo y hace todo lo posible porque sus pacientes estén a gusto, a pesar de sus circunstancias. También me encanta la importancia de la lectura en la historia, el club de lectura al que se apunta en el pueblo y con cada libro que descubre, va mejorando aspectos de su vida. Los momentos que pasa con Ava son geniales, porque su amiga es muy divertida. Liam, su compañero de casa, es un hombre misterioso, pero a la vez se preocupa por ella y la cuida. Es muy trabajador y volcado en el mar, que es parte de él, además lo veremos luchar por sus sueños. Me ha encantado cómo se van conociendo poco a poco y ayudándose a sanar sus corazones. Una historia preciosa que os recomiendo un montón, con una ambientación que da ganas de viajar a Irlanda y conocer sus paisajes. Una montaña rusa de sentimientos, de romance, pero sobre todo de conocerse a sí mism@ y superar las dificultades que encontramos en la vida. |
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