Bueno, estoy completamente segura de esta premisa, tomando en consideración que en ningún momento sentí el erotismo emocional que vemos en una novela erótica estándar. En esta trama no sentí emociones, no hubo sensación de empoderamiento feminista como se anunciaba con anterioridad; solo leí acerca de experiencias sexuales que carecían de poder, de estimulación emocional y con una narrativa poco atractiva en la que me sentí en conflicto con la autora. Hablamos en primera persona, pero apenas pudimos percibir al personaje a través de sus acciones. La emancipación de la vida rutinaria de Alicia, estaba lejos de encasillarse en fantasías sexuales que no dejaban de recordarle a su ex. No era lo que esperaba al comienzo. |