La chica en la niebla

El final. En este tipo de libros la manera en la que acaba es muy importante. Ya sabes quién es el secuestrador, el asesino, etc. Ya se destapa la manta de la duda que te planteas al principio. Durante la historia ha pasado por tu cabeza miles de sospechosos, pero ¿a qué no sabías al 100% si has acertado? Igual si, igual no. Pero este final, el de la chica en la niebla, es impactante.

Te revela un final increíble, te destapa una duda que no sabías que tenías pero en verdad si tenías en mente. Para que me entiendas (y no te hago spoiler). Vas a querer saber quién ha sido el causante de por qué Lou ha desaparecido, pero en la historia se plantea otra duda que involuntariamente se te mete en la cabeza pero no sabes que está ahí hasta el final del libro. Los últimos párrafos te harán ver de otra manera a un personaje que no veías así al principio de esta historia. Y eso, es una de las muchas cosas que más me gustó de este libro.

Temas a tratar, el desconocimiento de la desaparición de una chica. Por desgracia esto ocurre en el mundo real cada dos por tres. Tantos niños y niñas, adolescentes, personas mayores desaparecen en el mundo cada día sin saber dónde se encuentra. En el momento en el que estábamos metidos en la historia ocurrió un hecho similar, esa noticia estuvo en los medios a todas horas, y es como que la historia del libro la relacionaba con la vida real y afectó muchísimo al estado de ánimo. La sensación la sentía mucho más cercana, me ponía en la piel de los padres, los vecinos, en la carne de los detectives o policías que llevaron el caso, lo viví como si me encontrara en esa situación. Este libro hizo que esta clase de desgracias me afectaran aún más de lo que ya lo hacían. Y sinceramente, es admirable que un libro te haga cambiar tanto la manera de reaccionar a cosas que antes no te afectaban tanto.
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