La casa de las voces

Capítulos cortos, ritmo trepidante, los personajes muy bien definidos, escenas de poner los pelos de punta, e incluso llegar a sentir muy mal rollo, pero...sí, por desgracia hay más de un "pero"; Donato, cariño mío, no me lo pongas tan fácil (a continuación explico esto).

Es de esos libros en los que mi cabeza va a mil pensando diferentes teorías a raíz de lo que va ocurriendo. Con cada una de ellas pienso "puede ser, pero seguro que no porque tan simple no podrá ser", pero así ha sido y "odio" acertar; deseo equivocarme porque es señal de que el autor me ha sorprendido una y otra vez. El final sí ha sido totalmente inesperado, da un giro tremendo, pero lo primero que ha pasado por mi cabeza al terminar el libro es "pues vale, así termina". En ningún momento pienso que el libro sea malo, al contrario, recomiendo que lo leáis. Todos esos detalles que a mí no me han terminado de cuajar habrá sido cosa mía porque leo tantos libros de éste género que es complicado lograr sorprenderme.

Tal y como dice la sinopsis, nos adentramos en el fascinante mundo de la hipnosis. Cada sesión narrada en el libro me han resultado muy creíbles, menos una. Por lo poco que entiendo sobre este tema ocurre algo en una de las sesiones que creo que ni el mejor hipnotista del mundo puede/debe hacer. No lo sé con seguridad y me gustaría que el autor o alguien que sea muy entendido en estos temas me resuelva la duda.

"Las casas recuerdan las voces de quienes las han habitado, pero hablan una lengua que no conozco, que está hecha de susurros y me da miedo".