La casa de las voces

«La casa de las voces» de Donato Carrisi, es un thriller psicológico de misterio y suspense que te atrapa desde sus primeras páginas. Cuando conocemos en un tiempo pasado, un fragmento inquietante en la vida de una niña de 10 años, cuya identidad aún no nos será desvelada. Dejándonos perplejos y sin saber qué sucedió realmente aquella noche del 23 de febrero en aquella casa de campo aislada.

En un momento actual, nos encontramos en Florencia con Pietro Gerber, psicólogo infantil especializado en hipnosis, que colabora en la sede del tribunal de menores. Un personaje protagonista con el que me ha costado conectar, mostrándose misterioso y algo receloso hasta el final.

Un día, Gerber recibirá la llamada de una colega australiana que le pedirá ayuda con una paciente, Hanna Hall. Una mujer que vive atormentada por un recuerdo de su infancia y en la que descubriremos su incapacidad para conectar con las emociones de los demás. Llegando a poner patas arriba la vida de nuestro protagonista, mientras va reabriendo viejas heridas de su pasado.

Hanna, es uno de esos personajes enigmáticos que te atrapan desde el principio en un juego fascinante de acertijos. Siendo muchas las sorpresas que nos iremos encontrando a lo largo de sus capítulos, sin que descubramos qué está sucediendo realmente hasta que nos aproximemos a su final. Momento en el que aquel enorme rompecabezas cobrará sentido pese a dejar algunos puntos inacabados.

Volviendo al inquietante personaje de Hanna, que sin ser realmente el protagonista, desde mi punto de vista es el que da más vidilla a toda la trama. Me ha resultado especialmente llamativa verla recobrar el cariz de niña, empleando un vocabulario acorde al de su edad, con unas frases inconexas y fantasiosas, que te impiden distinguir la invención de la realidad. Razón por la que no es de extrañar que al final de su lectura os quede esa sensación de haber dejado algunos cabos sueltos. Y es que tenemos que tener presente que se trata de un thriller psicológico, donde nada es lo que parece y es fácil confundir la ficción con la realidad.

Aparte de Pietro Gerber y Hanna Hall, nos encontraremos con otros personajes que desempeñan un papel más o menos relevante en la trama. Siendo el desarrollado por el pequeño Emilian, de mayor importancia de lo que nos parecerá en un principio; contribuyendo a dar coherencia al mensaje que su autor nos quiere hacer llegar.

Sin poder daros muchos más detalles que puedan desvelar la trama, tengo que reconocer que es un libro con el que he disfrutado desde su comienzo hasta su final. Razón por la que os animo a haceros con este libro, en el que disfrutaréis de una lectura fluida y muy adictiva.