El juego del susurrador

“Mila vaciló: no quería acabar como esas víctimas que se fían totalmente de su asesino hasta el punto de seguirlo hasta la trampa que ha preparado para ellas” ~ El juego del susurrador de Donato Carrisi.

Cuarto libro de la saga que no he devorado en dos días porque tenía mil cosas que hacer. En este caso nos enfrentamos a una historia que se mueve entre el mundo real y el virtual, en el que Mila tiene que atrapar a un peligroso asesino moviéndose entre ambos mundos.

Todo empieza con el asesinato de una familia en el que no aparecen los cuerpos. El equipo de investigación pide el asesoramiento de Mila que no quiere implicarse en exceso pero que acaba totalmente inmersa en el caso por motivos personales.

Una crítica al poder de Internet, del mundo virtual y de nuestra exposición pública. Os dejo este párrafo porque me ha parecido demoledor: “Internet es una enorme esponja: absorbe lo que somos, sobre todo lo peor. En la vida real nos vemos obligados a adaptarnos para convivir con los demás, llegar a un compromiso con nuestra naturaleza, aceptar leyes y convenciones. A veces también debemos ponernos una máscara, pero es inevitable: en otro caso no podríamos formar parte de la sociedad… En la red, en cambio, nos sentimos liberados de toda esa hipocresía, pero es solo una ilusión: simplemente nos han dejado solos con nuestros demonios”.

El libro es un no parar, la verdad y si te descuidas un poco lo lees en una sentada. A pesar de que tiene poco más de 400 páginas, el generoso tipo de letra facilita la lectura y entre el enganche y que la vista vuela, cuando te has dado cuenta te has ventilado una buena parte.

Al día con Carrisi y ya deseando tener más.