El juego del susurrador

Esta historia, la última novela de la saga de Mila Vásquez (o eso creo), y también es la que más conecta con su primera novela de la saga. Es un thriller psicológico lleno de giros inesperados y tensión de adrenalina. En este nuevo escenario, la ex policía Mila Vásquez se ha retirado a la incomunicación tras los últimos trágicos hechos. Sin embargo, cuando se le llama directamente, Mila Vásquez no puede escapar. Porque esta investigación le concierne de cerca. Más de lo que ella misma piensa. Y así es como comienza a tomar forma un diseño oscuro, compuesto por pesadillas ingeniosamente ocultas y desafíos continuos. El mal cambia de nombre, cambia de apariencia, se esconde en los pliegues entre el mundo real y el virtual en el que ahora todos pasamos la mayor parte de nuestras vidas, dejando huellas digitales que son imposibles de borrar. Es un juego, y recién comienza. Porque siempre va un paso por delante. Ligeramente decepcionante en comparación con las expectativas que había imaginado dadas los libros anteriores y el hecho de que los he leído continuamente sin interrupción, ha aumentado esta decepción. Sin embargo, una novela bien escrita con descripciones cada vez más precisas de los personajes, aunque hay forzamientos en el uso del giro y en algunos pasajes y situaciones son surrealistas. El tema gira en torno a la experimentación de la interacción de la vida real con un juego de computadora y lo que sucedería si la violencia que se podría experimentar dentro del juego afectara la forma en que los jugadores viven su vida fuera. ¿Vivirían fantasías violentas y extremas? La prosa es inteligente sin llegar a ser demasiado densa y hay marcadores que invitan a la reflexión en el camino; ¿Es posible retirarse de la vida moderna, puede uno vivir fuera de la red y escapar del pasado y estamos seguros de que toda la investigación científica es de buena fe?
Este libro es un cruce audaz entre el crimen y la ciencia ficción que entretendrá a los lectores de ambos y especialmente a aquellos que juegan videojuegos.