El hombre del laberinto

𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒉𝒂𝒚 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒂𝒔, 𝒗𝒐𝒚 𝒂 𝒅𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒎í𝒂

¡Madre mía! Hacía años que no me metía en 𝒆𝒍 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒄𝒓𝒖𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆 𝒖𝒏𝒊𝒗𝒆𝒓𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑫𝒐𝒏𝒂𝒕𝒐 𝑪𝒂𝒓𝒓𝒊𝒔𝒊. Para tener la garantía de leer un buen thriller debéis leer a este autor que entre sus malas costumbres profesa la de anclar al lector a sus novelas. No sabría describir mejor la extraña sensación que producen en mí sus historias. Son como 𝒖𝒏 𝒂𝒓𝒑ó𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒂𝒓𝒓𝒂𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒂 𝒔𝒖 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒐 𝒚 𝒇𝒓á𝒈𝒊𝒍 𝒔𝒖𝒃𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐.


Además, 𝒍𝒂 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒃𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒂 𝒖𝒏𝒂 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒏𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 que trasmite a sus personajes. Los personajes de esta historia están marcados por un alto componente psicológico y circunstancial. Samatha era una niña cuando desapareció, pero un buen día reaparece, siendo el centro de atención de todos. Samantha Andretti sufre de trastornos derivados de su cautiverio. Bruno Genko, es un investigador privado que se ha enfrentado a muchos casos de secuestro y consigue abrir una peligrosa puerta hacia el pasado. Hacia el abismo. Un consejo os doy: estar atentos al mayor número de cosas en esta lectura, incluso de las más insignificantes. También de esos detalles que consideráis irrelevantes. Yo soy una persona altamente curiosa y estaba segura que había algún detalle determinante que me pondría en la pista del hombre del laberinto. Pero aunque conseguí algo, no fue lo suficiente.

𝑬𝒍 𝒓𝒊𝒕𝒎𝒐 𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆; 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒕𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒚 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒊𝒂𝒅𝒂𝒅𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒔𝒖𝒂𝒗𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏𝒐𝒔 𝒈𝒊𝒓𝒐𝒔 𝒆𝒏𝒅𝒊𝒂𝒃𝒍𝒂𝒅𝒐𝒔 como él solo sabe. Ahí radica su genialidad: en 𝒈𝒊𝒓𝒐𝒔 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂𝒐𝒓𝒅𝒊𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒊𝒆 𝒗𝒆. Lo más importante es que estos giros ocurren de repente, prácticamente sin enterarte manteniendo en todo momento la carga de adrenalina de un buen thriller.

¡Ayy! Menudo final. Hay que ir leyendo para comprender la esencia de la historia. No queda otra. También para darte cuenta de que es casi imposible desengancharte de las garras afilidas de Donato Carrisi y de sus robustos tentáculos que cuando te amarran es seguro que ya nada pueda soltarte.

𝑴𝒊𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔: No puedo poner mejor nota a esta novela porque a parte de resolver la desaparición de Samantha Andretti, me vi obligada a conocer a Bruno Genko, un personaje que me cautivó por completo. Además, el intenso trayecto al que me ha sometido Donato Carrisi me ha parecido como una montaña rusa: subidas y bajadas, giros inesperados, tensión hasta el final y una expectación de película de cine porque 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒊𝒏 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒖é 𝒂𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒃í𝒂 𝒑𝒓𝒆𝒗𝒊𝒔𝒕𝒐 𝒍𝒂 𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒂 𝒕𝒂𝒏 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐, 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒃𝒐𝒇𝒆𝒕𝒂𝒅𝒂 𝒆𝒏 𝒕𝒐𝒅𝒂 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒓𝒂.

Y hablando de películas, hace poco me enteré que esta novela ha sido llevada al cine dirigida por el mismísimo Donato Carrisi.






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